SOBRE MI



La expatriación lleva asociada una serie de emociones, obstáculos y situaciones que de no gestionarse de forma adecuada pueden hacer que el proceso de adaptación al nuevo destino sea más costoso de lo que nos gustaría o que se dilate más en el tiempo.

Tras más de media vida viajando y cambiando de residencia me considero una experta en la gestión de dichos conflictos, tanto en el caso de personas que han decidido voluntariamente cambiar de residencia como aquellas que se han visto obligados a hacerlo por motivos de trabajo.

Pero además de mi experiencia, mi formación como Coach y otras disciplinas me avalan:

Mi misión es guiarte para que descubras la enorme cantidad de recursos con los que cuentas y lo fuerte que eres, lo que te llevará a una rápida adaptación a tu nuevo medio para que puedas disfrutar y enriquecerte al máximo de tu proceso de expatriación.

Algunas cosas sobre mi…

 

El interés por aprender otros idiomas y conocer otras culturas surgió en mi de niña por la influencia de mi familia. Soñaba con viajar y conocer aquellas ciudades de las que me hablaban mi padrino italiano y mi abuela inglesa. Sin embargo, no imaginaba lo duro que puede llegar a ser vivir en un país que no es el tuyo, lejos de todas las personas a las que quieres, sin entender el idioma. La soledad y el desarraigo que se siente, lo largo que se hacen algunos días.

En un momento de mi vida, un hecho traumático me empujó a tomar la decisión de dejar Argentina, mi pais de origen, y expatriarme a Estados Unidos. Viví en varias ciudades y en todas ellas sufrí la impotencia de no poder encontrar las palabras para expresar lo que sentía y hacerme entender. El idioma era el primer obstáculo para mi en este país, pero no sería el último.

Tras vivir en España y volver a vivir una nueva adaptación a una cultura totalmente diferente a la de mi país de origen y del lugar donde había estado en los últimos años, se abrió para mi la posibilidad un nuevo destino: Turquía. A mi marido se surgió una oportunidad de trabajo en este país y decidimos aceptarla.

Este nuevo horizonte despertaba en mi muchas dudas y miedos. No tenía claro si podría aprender el idioma, si podría trabajar allí o en cambio me convertiría en una madre a tiempo completo. No sabía si podría seguir con algunas de mis costumbres como ir a la Iglesia o si tendría que adaptar mi forma de vestir. Todo era tan distinto, tan exótico.

Sin embargo, me considero una persona fuerte y con afán de superación.

Mi vida ha estado marcada por algunos obstáculos que tuve que superar a temprana edad como el rechazo de mis compañeros de clase por no ser buena en los deportes o por mis problemas de obesidad, o caer en una dura enfermedad como es la anorexia por no saber afrontar un desamor.

Entendí que con

propósito, compromiso y motivación

se pueden superar todos los obstáculos, cuando años después conseguí ser campeona nacional de TaeKwonDo en lucha, o desfilar como modelo de pasarela o superar la anorexia y salir reforzada de ello.

Me encantan los retos y para mi la expatriación a Turquía era otro gran reto a superar.

Los primeros seis meses fueron muy duros pero poco a poco me fui adaptando al nuevo destino, aprendí el idioma, fui entendiendo la cultura y haciendo nuevas amistades.

Aquí he descubierto que mi vocación es ayudar a otras personas acompañándolas para que busquen y encuentren la fortaleza que hay en ellas, guiándolas para que encuentren soluciones creativas que le permitan vencer el miedo, la incertidumbre, la aculturación y el desarraigo que suelen aparecer al comienzo y durante cada expatriación.

Por eso me he formado para poder ayudarles a superar esas barreras, para poder hacerles descubrir las herramientas que tienen dentro de ustedes y aportarles nuevas herramientas que les ayuden a disfrutar de su nueva vida cuanto antes.